Capacidades Condicionales
El concepto de capacidad
condicional está vinculado al rendimiento
físico de un individuo. Las capacidades condicionales son cualidades funcionales y energéticas
desarrolladas como consecuencia de una acción motriz que se realiza de manera
consciente. Estas capacidades, a su vez, condicionan el
desarrollo de las acciones.
La fuerza,
la resistencia, la flexibilidad y la velocidad son capacidades
condicionales. Cuando se lleva a cabo una actividad física, se ejecuta una
capacidad. Dichas capacidades son innatas pero pueden mejorarse a través de la
adaptación física y del entrenamiento.
La acción motriz provoca que ciertas sustancias sean liberadas o se
intercambien en el organismo. Dicho proceso incide en las
capacidades condicionales.
Puede decirse que las capacidades condicionales son internas del
organismo y están determinadas por la genética,
más allá de lo mencionado respecto a la posibilidad de mejoramiento. Todas las
personas desarrollan de manera natural una cierta capacidad de velocidad,
flexibilidad, resistencia y fuerza.
Un deportista profesional, por ejemplo, tendrá que entrenar para
desarrollar al máximo estas capacidades condicionales. De acuerdo a su disciplina,
deberá realizar ejercicios específicos: mientras que para un maratonista es
esencial la resistencia, un atleta que busca destacarse en carreras de 100
metros tendrá que trabajar en su velocidad. La flexibilidad, por otra parte, es
clave para un gimnasta, pero para un levantador de pesas resultará más
importante el desarrollo de su fuerza.
Veamos una definición más técnica y abstracta de cada una de estas
capacidades condicionales:
* fuerza: si bien es un concepto que
todos usamos en el habla cotidiana, en el ámbito del deporte adquiere un
significado un tanto diferente. No sólo se trata de la capacidad de enfrentar
grandes pesos sino de llevar a cabo una serie de gestos técnicos con el mayor
grado de intensidad posible sin que varíe el nivel de ejecución;
* resistencia: otra de
las capacidades condicionales que usamos a diario aunque sin darle el mismo
sentido que en el mundo profesional. En este caso, la resistencia es lo que nos
da la posibilidad de soportar una determinada carga exhibiendo un grado ínfimo
de fatiga. La resistencia se mide en base al tiempo que toma la actividad
y a la serie de esfuerzos que se van acumulando a lo largo de la misma;
* velocidad: para los
deportistas, la velocidad no es solamente la capacidad de moverse de un punto a
otro en poco tiempo, sino también la que les permite dar respuestas motrices
adecuadas y rápidas según los estímulos recibidos a lo largo de una práctica.
Podríamos decir que es similar a lo que en el habla cotidiana llamamos «buenos
reflejos», aunque en este caso exige un gran trabajo de desarrollo
y mantenimiento;
* flexibilidad: si bien
por lo general asociamos la flexibilidad a los gimnastas que deben adoptar
poses extremas, este concepto hace alusión a la capacidad del cuerpo de adoptar
cualquier forma sin sufrir lesiones. En otras palabras, se puede decir que
la flexibilidad es la suma de la elasticidad muscular y la movilidad de las
articulaciones. Para llevar a cabo todas acciones que exige un deporte en particular
disminuyendo al mínimo el riesgo de lesión es necesario gozar de una gran
amplitud de movimiento.
Además de estas capacidades físicas condicionales existen otros tipos de
capacidades físicas, como las coordinativas,
aquellas que para dar la oportunidad de llevar a cabo ciertos movimientos que
exige el deporte vuelve necesario contar con un control adecuado de
determinados segmentos del cuerpo.
En otras palabras, cuando un deportista tiene que realizar cierto
movimientos técnicos de forma medida y precisa, condicionado por un límite de
tiempo y por determinadas características del espacio de juego, por ejemplo, es
necesario controlar partes del cuerpo específicas para adaptarse a dichas
limitaciones y coordinar las acciones.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio